Sistemas de contabilidad en Portugal: ¿Cómo funcionan los impuestos para los autónomos en Portugal?
El número de autónomos en Portugal ha crecido exponencialmente en los últimos años, dado el aumento de nómadas digitales que, en su mayoría, incluso si tienen un contrato de trabajo, también trabajan de forma independiente en el lado.
Los impuestos sobre la renta en Portugal son: el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) - que grava a las personas físicas - y el Impuesto sobre la Renta de las Sociedades (IRC) - que grava a las personas jurídicas - siendo este último el más conocido.
Pero, ¿cómo funcionan estos impuestos? ¿Cómo funcionan los sistemas contables de estos impuestos a efectos fiscales?
En primer lugar, es necesario diferenciar entre los contribuyentes ordinarios y los contribuyentes que se acogen al antiguo régimen RNH - ahora Régimen de Incentivos Fiscales a la Investigación Científica y a la Innovación.
RNH - actual Régimen de Incentivo Fiscal a la Investigación Científica y a la Innovación
El Régimen de Incentivo Fiscal a la Investigación Científica y a la Innovación - antiguo Residente No Habitual (RNH) - trae el beneficio de una tasa fija del 20% de los ingresos obtenidos en Portugal para aquellos que cumplan los requisitos y actividades enumerados por la ley.
En otras palabras, todos los que se acojan a este régimen fiscal sólo tendrán que pagar impuestos sobre los ingresos obtenidos en Portugal a un tipo fijo del 20%, independientemente de la cuantía.
Los contribuyentes ordinarios, en cambio, tributarán según las tablas progresivas del IRS y del IRC.
Es importante señalar que el régimen del RNH se suprimirá en 2024, y prevalecerá el nuevo Régimen de Incentivos Fiscales a la Investigación Científica y a la Innovación, que es más restrictivo que el régimen anterior. Hablé más sobre ello en este artículo.
Hacienda y el IRC
Los autónomos que decidan fijar su residencia permanente o temporal en Portugal tendrán que preocuparse de pagar al menos uno de estos dos impuestos: IRS e IRC.
Quien permanezca en Portugal más de 183 días tendrá que declarar y pagar el "Imposto sobre os Rendimentos das Pessoas Singulares" - IRS.
La declaración y el pago del "Imposto sobre os Rendimentos das Pessoas Coletivas" - IRC, sólo corresponderá a quienes pretendan abrir una empresa en Portugal.
Los beneficiarios del RNH sólo pagarán el IRC sobre los rendimientos que obtengan en Portugal al tipo fijo del 20%, mientras que los demás contribuyentes seguirán la tabla progresiva del IRPF en vigor.
Sin embargo, el pago del IRC seguirá necesariamente la tabla progresiva del IRC en vigor, aunque el socio se acoja al RNH.
Independientemente de que tengan o no una empresa registrada, los autónomos tendrán que darse de alta como autónomos en Hacienda y en la Seguridad Social.
Por este motivo, antes de ir a Portugal a vivir allí de forma permanente o temporal, es imprescindible realizar una planificación fiscal para evitar disgustos y pagos de impuestos indebidos.
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Regímenes contables en Portugal
Los regímenes contables se utilizan para determinar la renta obtenida en relación con la actividad económica a efectos fiscales.
En Portugal existen dos regímenes contables:
a) Régimen Simplificado;
b) Contabilidad Organizada.
Régimen Simplificado
Es el régimen que se aplica automáticamente desde el momento en que el autónomo inicia su actividad ante Hacienda y la Seguridad Social, salvo que opte por la Contabilidad Organizada desde el principio.
A este régimen sólo pueden acogerse quienes facturen menos de 200.000 euros y se aplica una tabla de coeficientes en función de la actividad desarrollada, asumiendo los gastos.
Por ejemplo: varias profesiones independientes, como arquitectos, ingenieros, artistas, entre otras, aplican un coeficiente de 0,75.
El coeficiente de 0,75 significa que: El 75% de los ingresos brutos tributarán, mientras que el otro 25% se considerarán gastos inherentes a la actividad.
Bajo este régimen, los contribuyentes están parcialmente obligados a probar los gastos inherentes a la actividad, ya que algunos gastos están condicionados a la presentación de pruebas ante la Administración Tributaria, tales como:
a) gastos acreditados por cotizaciones obligatorias a regímenes de protección social;
b) gastos en personas y cargas, como sueldos y salarios;
Además, quienes opten por este régimen no están obligados a contratar a un experto contable.
Contabilidad organizada
Es el régimen que se aplica de oficio a quienes facturan más de 200.000 euros.
Aquí no hay coeficientes para determinar los ingresos, sino un registro contable detallado, realizado por un contable titulado, para poder deducir los gastos derivados de la actividad.
Como ves, los que optan por la Contabilidad Organizada están obligados a contratar a un contable titulado para que realice los informes contables.
Bajo este sistema es posible deducir la mayoría de los gastos relacionados con actividades tales como:
a) contratación de servicios contables;
b) mantenimiento de equipos;
c) equipos informáticos.
Antes de optar por cualquiera de estos regímenes contables, es imprescindible consultar a un abogado fiscalista para que evalúe el caso concreto.
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Advertencia sobre la doble residencia fiscal
Cuando se trata de fiscalidad, es importante mencionar y hablar brevemente de la Doble Residencia Fiscal.
Si tiene doble residencia fiscal, sigue estando obligado a declarar el impuesto sobre la renta de forma universal en su país, es decir, no importa de dónde procedan sus ingresos, deben declararse en su totalidad.
Los que llevan más de 183 días en Portugal se consideran Residentes Fiscales en Portugal y también están obligados a declarar sus impuestos a la Hacienda portuguesa de forma universal - excepto los que se benefician del RNH.
El error que cometen muchas personas es declarar las rentas obtenidas en su país de origen sólo en su país de origen, y declarar las rentas obtenidas en Portugal sólo en Portugal.
¿Por qué es un error?
Porque no es sólo un error: es un delito de evasión fiscal.
Además de ser un delito, las cantidades evadidas pueden ser imputadas y aumentadas con multas, intereses y corrección monetaria.
Para evitar la evasión fiscal, la doble residencia fiscal, la doble imposición o incluso el pago indebido de impuestos, es fundamental realizar una planificación fiscal.
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